Este término se utiliza para referirse a instituciones y empresas establecidas por individuos con el objetivo de obtener ganancias. Estos proyectos varían en tamaño, algunos son grandes, como Google, cuyo presupuesto supera los presupuestos de algunos países, y algunos son pequeños, como una pequeña tienda que vende teléfonos móviles.
Para calificar una actividad como proyecto comercial o proyecto empresarial, se deben cumplir las siguientes condiciones:
1- Ofrecer algo útil, como (un producto o servicio), un producto como vender un teléfono, un carro o un cartón de leche, y un servicio como transmitir por Internet a hogares y departamentos.
2- Que el proyecto tenga como finalidad la obtención de beneficios.
3- Esta actividad se basa en principios y fundamentos económicos tales como el cálculo de costos, ganancias y pérdidas.
4- Estar organizado y tener personería jurídica registrada en el Estado.
5- Debe ser dirigido por individuos, no por gobiernos.
Fuente: Ahmed Al-Shammari y otros, Principios de administración de empresas, Biblioteca Obeikan.